Oscar Robertson con los Royals de Cincinnati |
Ha transcurrido medio siglo
desde que se implantó una de las marcas más recordadas en la historia de la
NBA. Una generación de jugadores, quizás dos, volaron hacia el olvido del retiro sin poderla
igualar. Michael Jordan, Magic Johnson y Larry Bird únicamente la pudieron admirar, mientras soñaban transformarla en realidad.
En 1960, un joven oriundo de
la ciudad de Charlotte llegó a la liga con su estampa de acróbata. Oscar
Robertson fue la primera escogencia de los Royals de Cincinnati, que lo eligieron
por encima de otra leyenda del juego como Jerry West, debido a que tenía la
habilidad para hacerlo todo en la cancha: manejaba magistralmente el balón,
poseía una visión del juego privilegiada, capturaba gran cantidad de
rebotes y encestaba con facilidad.
Oscar Robertson pasando el balón |
Con semejantes argumentos a
su favor era difícil que un basquetbolista pudiera fracasar. "El caballo", de 1.96 metros de estatura,
tardó dos años en demostrarle al público que los Royals no se equivocaron al
darle la camiseta número "12" del equipo. Cuando finalizó la temporada 1961- 1962,
Oscar promedió 30,8 puntos, 12,5 rebotes y 11,4 asistencias en 80 partidos. Es
decir, sus números en estos tres renglones estadísticos totalizaron la triple
decena durante toda la zafra.
La hazaña cobró dimensiones
inimaginables por lo complicado que resultaba fabricar el
triple-doble en un encuentro. Robertson lo hizo en 41 desafíos en esa campaña
y 181 veces en su trayectoria de 14 años como profesional de esta disciplina. "La
gran O" jamás pudo ganar un campeonato con Cincinnati, pero será recordado por su obra simétrica en la década de los 60.
Robertson y Kareem Abdul-Jabbar |
En la etapa final de su
carrera obtuvo su único título con los Bucks de Milwaukee, haciendo dupla con
Kareem Abdul-Jabbar. En 1974 dejó de los tabloncillos. Seis años más tarde fue exaltado
al Salón de la Fama del baloncesto estadounidense, gracias a los 26.710 tantos
que convirtió y a los 9.887 pases que repartió. Sin
duda alguna, Lebrón James y las figuras
que están por venir tendrán la vara muy alta en el momento que piensen en
revivir el año triple-doble de Oscar Robertson.